Taracena Arriola, Arturor

De héroes olvidados,
Santiago Imán, los huites
y los antecedentes
de la Guerra de Castas

Año: 2013

Editorial: CEPHCIS,UNAM,
México
ISBN: 978-607-02-4754-5
Páginas: 223

 

En primer lugar, es necesario señalar que el libro de Arturo Taracena constituye una investigación original acerca de un periodo fundamental en la historia de México y Yucatán. Se trata de una investigación sobre el caudillo, su proceder y su impacto en el regionalismo yucateco, que busca desentrañar aquellos elementos discursivos presentes en la visión que Santiago Imán tuvo de los yucatecos durante el triunfo de la revolución anticentralista de 1840, confrontados con la visión de “lo yucateco” excluyente de los mayas. Se destaca así la presencia de un discurso de identidad regional a partir del diálogo interétnico, opuesto al discurso regionalista expresado por la élite yucateca, que favorecía la propuesta identitaria de un Yucatán para los no indígenas.

Como el mismo autor afirma, el caso de Santiago Imán es un ejemplo que permite abordar la dimensión clientelista y el magnetismo del caudillismo local por medio del análisis de su comportamiento corporativista, su conducción guerrillera y su discurso político en una coyuntura dada y, por lo tanto, los límites del mismo en la mediana duración. Además del rescate de la figura de Imán y el análisis de su discurso, en el texto se aclaran las circunstancias en que Imán armó a los indígenas y les enseñó el arte de la guerra de guerrillas, así como la manera en que la historiografía decimonónica yucateca fue construyendo su olvido.

Precisamente, una de las principales contribuciones del texto de Taracena consiste en el rescate de la figura de Santiago Imán y el análisis de la dimensión protonacional en su discurso, así como su importancia en la construcción del imaginario yucateco. El autor destaca cómo a partir de las propuestas ideológicas de Imán en torno a las relaciones interétnicas en la historia de Yucatán, éste buscó un consenso entre mayas y yucatecos. De acuerdo con Taracena, el trabajo constituye un acto de reconocimiento a Santiago Imán y su mundo oriental yucateco, en virtud de que su olvido no fue obra de la casualidad sino de la voluntad ideológica de la historiografía oficial yucateca decimonónica, tanto conservadora como liberal.

Los objetivos de Arturo Taracena son claros: en primer lugar, encontrar elementos históricos que amplíen el conocimiento sobre la ideología regionalista que Imán sustentaba y, en segundo, conocer aquellos factores que faciliten entender la lógica histórica con que Imán construyó sus relaciones sociales, como caudillo, con sus lugartenientes, con las masas indígenas, mestizas y negras rurales del oriente peninsular, y con los indígenas de La Montaña oriental.

Su hipótesis central plantea que Santiago Imán elaboró un discurso sobre la dinámica de las relaciones interétnicas en la Península, que buscaba un consenso entre mayas y yucatecos. En su opinión, a pesar de que el discurso de Imán era contrario al de la élite de Yucatán, éste tuvo una importancia nodal en la construcción del imaginario yucateco. Dicho planteamiento es francamente novedoso y contrasta con la historiografía tradicional, proclive a ignorar la figura de Santiago Imán o, en algunos casos, más preocupada por estigmatizarla.

Taracena se formula varias preguntas, que son las que guían el relato: ¿Por qué armó Imán a los indígenas? ¿Qué ha quedado en la memoria colectiva de los yucatecos sobre el significado del término huites? ¿Cómo fue tratada la figura de Imán en la historiografía conservadora y liberal yucateca? ¿Qué papel jugó la historiografía yucateca en el olvido y la estigmatización de Imán y sus partidarios?

A partir de dichas preguntas, son varios los temas que el autor analiza:

  1. El fenómeno del caudillismo en Hispanoamérica durante la primera mitad del siglo XIX, destacando cómo en las revueltas los intereses regionalistas se mezclaban con las reivindicaciones de orden local. En este contexto enmarca la revolución federal encabezada en el oriente de la Península de Yucatán por el capitán de milicias Santiago Imán, entre 1839 y 1840.
  2. El problema del caudillismo y el clientelismo, como manifestación de la dificultad de las prácticas liberales en Latinoamérica a lo largo del siglo XIX. Asimismo, la manera en que el caudillismo y el clientelismo activaron estructuras particulares de control político y económico.
  3. La dificultad de los caudillos para construir alianzas y sentido de pertenencia en torno a lo nacional, derivada del tipo de relaciones autoritarias y patrimonialistas.
  4. El tema del bandolerismo social en Yucatán, así como el papel jugado por la geografía y el espacio en dicho proceso.
  5. El papel de los indígenas y su relación con las armas.
  6. La dimensión espacial del oriente peninsular.
  7. El magnetismo de Imán, su discurso político, sus intereses, sus prácticas caudillistas, su papel como caudillo regional.
  8. El discurso étnico de Imán y la limitación de sus alcances en el espacio y en el tiempo.
  9. La Montaña oriental y sus habitantes, como zona de refugio y, al mismo tiempo, frontera cultural y natural.
  10. La relación entre historia y memoria en el ámbito de la historia decimonónica yucateca, que evidencia el enfrentamiento a lo largo del siglo XIX con diversas memorias e identidades narrativas.

La narración va llevando al lector de la mano por los distintos momentos que enmarcan el proceso: Primero, se hace una exposición de la irrupción de Santiago Imán en la historia yucateca. Para ello, se elabora una reconstrucción de la vida y la figura de Imán a partir de una serie de fuentes documentales. Asimismo, se ofrece una explicación precisa acerca de las motivaciones ideológicas que tuvo Santiago Imán como oficial de milicias del oriente de la Península, para plantear un contradiscurso al expresado por la élite yucateca sobre la dinámica de las relaciones interétnicas.

Con base en los documentos del Archivo de la Defensa Nacional, en un segundo momento se analiza la evolución militar de Imán y sus tropas insurgentes durante la campaña de 1839-1840. En este análisis se entremezclan sus relaciones sociales con el ejército, las milicias, las autoridades locales, los campesinos mayas y las castas presentes en el nororiente peninsular. Destaca la capacidad de Taracena para abordar los detalles del proceso y, al mismo tiempo, establecer una línea de análisis coherente y consistente.

Más adelante, se enfatiza la dinámica espacial seguida por la gesta libertadora de Imán, la cual había ido del oriente hacia el occidente de la Península de Yucatán. Al mismo tiempo, se remarca la necesidad del caudillo de refugiarse en espacios de frontera, donde la estructura institucional era débil y el régimen de propiedad ambivalente. Arturo Taracena indaga también acerca del fenómeno de la territorialización de la línea fronteriza por parte de los yucatecos en vísperas de la Guerra de Castas y profundiza en torno al estudio de los huites, habitantes armados de la montaña nororiental, quienes cumplían acciones de guerra irregular.

Al exponer el argumento central del texto, se aborda la dimensión simbólica del discurso imanista y el carácter novedoso de este discurso protonacionalista, el cual aludía a una raíz compartida, frente a la imagen de un Yucatán blanco que seguía siendo esencial en el imaginario de la gente letrada. Destaca el análisis comparativo que realiza Taracena entre los procesos regionalistas con tendencia al separatismo, que tuvieron lugar tanto en México como en Guatemala en las décadas de 1830 y 1840. De manera precisa, se hace la distinción entre el papel de los indígenas guatemaltecos, que desde un principio apoyaban a la élite criolla de la ciudad de Guatemala y al partido que los representaba, mientras que, en el caso de Yucatán, el apoyo indígena inicial estuvo del lado del bando federal en contra de los centralistas peninsulares, aliados a Santa Anna. Aunque, en ambos casos, señala Taracena, tanto Carrera como Imán desarrollaron relaciones de clientelismo basadas en la autoridad, el compadrazgo, las deudas, el manejo de la justicia, etcétera.

El autor dedica un espacio al análisis del olvido de Santiago Imán, la condena a sus planteamientos y la reivindicación de su legado. En él se discute su propia marginalidad durante los últimos diez años de su vida, la falta de valoración de sus planteamientos por parte de sus pares en la coyuntura separatista y la condena historiográfica posterior. En este marco, Arturo Taracena ubica el estigma que lo acompañó, tanto en vida como después de muerto, en torno a su responsabilidad en la alianza con los mayas y al derrotero violento que tomaron con la rebelión de 1847. Para desentrañar esta problemática, reconstruye con detalle cómo la historiografía yucateca fue justificando tal olvido y cómo el tema estuvo prácticamente ausente en la historiografía mexicana dedicada al análisis de los asuntos de Yucatán.

Sus conclusiones se derivan de los temas planteados a lo largo del texto y recogen sus principales preocupaciones: la fractura social y política entre el occidente y el oriente peninsular; la falta de una fracción política liberal que les sirviera de aliada; la falta de cohesión y disciplina de la estructura militar comandada por Imán; la disputa del poder militar de Imán en el seno del ejército yucateco; la dinámica de lealtades que fomentó Imán a partir de su conducción militar; las dudas del propio Imán sobre su fidelidad al federalismo; el giro que tomaron las negociaciones con México; los sucesos violentos de 1843; el crecimiento de la dimensión del espectro secular de un levantamiento indígena en el imaginario de la élite yucateca; los tipos de levantamientos rurales en la Península; la abierta reacción ideológica de la élite yucateca en contra de los planteamientos populistas de Imán; el alejamiento progresivo de Imán de sus bases indígenas; el hecho de que la sublevación se diera precisamente en la frontera oriental; el hecho de que Imán no participara de forma importante en la guerra en contra de los rebeldes mayas; la voluntad política de la historiografía conservadora y liberal yucateca, en el sentido de apuntalar a la figura de Imán como la responsable del estallido indígena; el estigma que cayó sobre los mayas como seres salvajes, producto de la barbarie.

Cabe destacar que al final del libro se presenta un apéndice que es de gran utilidad para el lector, el cual incluye la Genealogía de la Familia Imán-Villafaña, así como la Genealogía Villafaña-Pérez.

De manera especial, el tema de estudio de la Guerra de Castas se ve también enriquecido con este libro, el cual tiene como base un sólido trabajo de archivo, que hizo posible dar cuenta del periodo reseñado con fuentes de primera mano, tanto documentales como testimoniales de la época, muchas de las cuales no habían sido consultadas con anterioridad. En Francia, Taracena consultó los Archives Diplomatiques de Nantes. En la ciudad de México, consultó la rica documentación resguardada en el Archivo General de la Nación, el Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como en la Biblioteca Nacional. En Yucatán, revisó los fondos del Archivo General del Estado de Yucatán, el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán, el Archivo Parroquial de la Catedral de Mérida, la Biblioteca Carlos R. Menéndez, el Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán, así como el Fondo Rodolfo Ruz Menéndez del CEPHCIS. A ello se suma la consulta de los materiales del Museo de la Guerra de Castas, en Quintana Roo. A todo lo anterior debe agregarse la revisión exhaustiva de la hemerografía de la época, así como de una vasta bibliografía especializada en historia de Yucatán y de México. Todas estas fuentes permitieron a Taracena construir un minucioso aparato crítico que da sustento a sus afirmaciones y fortalece lo novedoso de su interpretación.

En suma, Arturo Taracena nos ofrece un libro relevante, original y de pulcra factura, que aporta conocimientos nuevos y proporciona elementos para la discusión del problema del caudillismo, el análisis de la historiografía regional, el estudio de los intereses de las oligarquías locales y la explicación sobre el papel de los distintos actores políticos y sociales. De aquí que resulte un texto que invita a la polémica, a la reflexión, al diálogo y al desarrollo de nuevas líneas de investigación en el marco de la historia regional de México, en particular en lo relativo a la historia decimonónica yucateca.

Mónica Toussaint[1]
Instituto Mora
México, D.F.

Notas

1 Doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Profesora-investigadora del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Temas de investigación: historia de las relaciones México-Centroamérica-Estados Unidos, historia de la frontera sur, historia de la política exterior de México, historia oral de la diplomacia mexicana, problemas de la posguerra en Centroamérica.

Correo electrónico: moniesca@gmail.com