Ignacio Ruiz-Pérez

Antología del ensayo
moderno en Chiapas.
Esbozo de una historia cultural

Año: 2018
Editorial: CONECULTA/
Secretaría de Cultura, México
ISBN: 70-607-8471-62-1
Páginas: 454

 




Antología del ensayo moderno en Chiapas. Esbozo de una historia cultural es un libro que reúne 28 documentos distintos de escritores y científicos sociales que escriben en torno a la configuración de un espacio regional, Chiapas, y cuya mirada bien puede circunscribirse al ámbito geográfico y a las ideas de la disposición histórica del territorio, pero también al examen singular sobre algún tema de constitución de lo espacial que va más allá del espacio geográfico: poesía, narrativa, música, el ensayo mismo. El volumen está dirigido a una población amplia y a especialistas que demandan un análisis profundo de las transformaciones y de la constitución del territorio en Chiapas, pero sobre todo un acercamiento a su complejo entramado social.

Ignacio Ruiz-Pérez, compilador responsable de la antología, nos dice que buscó en este ejercicio de autoría “poner al alcance del lector no especializado textos esenciales dentro del ensayo en Chiapas” (Ruiz-Pérez, 2018: 22). Sin lugar a dudas, lo logra. Los textos resultan esenciales no sólo porque los autores consigan referir datos históricos concretos del desarrollo social y cultural de la región, y de sus transformaciones políticas y territoriales, sino porque el espacio regional, y en concreto el chiapaneco, puede descubrirse en este conjunto de textos como territorio de frontera que atraviesa por periodos en conflicto, y se presenta diverso culturalmente, en continua lucha por sobreponerse a la discriminación de género o raza.

En el texto -28 ensayos, más el introductorio del propio compilador, 454 páginas en total-, los autores figuran ordenados en una cronología asociada a los datos biográficos de éstos, recorrido que inicia en 1766, fecha en la que se registra el nacimiento de Fray Matías de Córdova, hasta 1985, cuando nace Viridiana Chanona, la ensayista más joven del volumen. 26 de los autores que se reúnen en la obra son originarios de Chiapas y representan 8 de las 15 regiones que se reconocen para el estado: Altos Tsotsil-Tseltal, De los Bosques, Istmo-Costa, Meseta Comiteca Tojolabal, Metropolitana, Sierra Mariscal, Soconusco, Valles Zoque y Metropolitana, que es la que tiene mayor representación. De los 6 autores nacidos fuera del estado, 4 de ellos son originarios de la ciudad de México y 2 del extranjero; todos han vivido en Chiapas y de alguna manera retratan en su obra procesos de apropiación e identidad con la región.

Con una media de 15 páginas, la extensión de los ensayos y la variedad de autores permite una libre lectura al lector, no necesariamente cronológica; de la misma forma, las breves biografías que preceden cada contribución nos dan pistas para situar la época e incluso algunas motivaciones para el texto, como las experiencias de vida de los autores en alguna región del estado y los intereses académicos de éstos. Los ensayos más breves, de 6 páginas cada uno, son los de Mariano Penagos, Rosario Castellanos y Roberto Rico, mientras que el más extenso es de Jan Rus, con 40 páginas.

La obra es presentada por un ensayo del propio compilador, Ignacio Ruiz- Pérez, quien es originario de Chiapas, especialista en literatura mexicana. Dicho texto, a manera de prólogo, se organiza en 4 apartados. Ignacio Ruiz- Pérez advierte cómo 2 hechos históricos han matizado las interpretaciones y reclamado una disposición distinta en el escenario chiapaneco: el movimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte firmado bajo el mandato presidencial de Carlos Salinas de Gortari. Así, tras ello, durante el primer apartado nos recuerda que los eventos históricos acaecidos en el territorio chiapaneco y las diversas explicaciones de éstos integran a lo que él llama “la historia de las ideas en Chiapas”. Posteriormente convoca a la reflexión a los críticos literarios, que han visto al ensayo en Chiapas como un género menor. Chiapas, nos dice Ruiz-Pérez, es una metonimia de la nación, y los trabajos que él ha seleccionado para la antología articulan la percepción y negociación del espacio discursivo e imaginario, y repiensan la región, de tal suerte que es posible observar los puentes entre el espacio transnacional y el local. En el segundo apartado del prólogo se trata la definición y sentidos del ensayo. El autor lo propone como un género de condición híbrida y heterodoxa, pero también privilegiado “para debatir las ideas y mostrar el compromiso intelectual de sus autores” (Ruiz- Pérez, 2018: 12). Para el tercer apartado Ruiz-Pérez plantea un recorrido intelectual a partir del ensayo —la lectura de su selección— a fin de ubicar las coordenadas de la historia del género en Chiapas. Acercarse al ensayo es apreciar otras rutas de conocimiento más allá de la poesía o narrativa. Así, el antólogo asegura que la “historia de las ideas y de la cultura en la región pasa necesariamente también por el estudio del género ensayo y los temas que éste ha tocado” (Ruiz-Pérez, 2018: 14). Para ampliar y ofrecer mayores datos de las variables históricas que orientaron la producción ensayística en el estado, el autor señala la trascendencia de las revistas Ateneo de Chiapas e ICACH, la creación de la Licenciatura en Letras en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y la consolidación de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), con especial mención al Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA). Añade a esto la aparición de los estudios culturales, postcoloniales y de género, y la formación continua en posgrados y la práctica docente y académica de al menos 10 de los autores que forman parte del compendio ensayístico. En este apartado es clara la forma en que se enuncian las relaciones entre ciencia y literatura. El cuarto y último apartado refiere el desarrollo del género ensayo en Chiapas, para lo cual dibuja, en un abordaje distinto —y nuevamente— las posibilidades del género al retratar éste la tradición del quehacer intelectual en el estado. La antología, entonces, es un retrato de dicha tradición que nos ofrece una aproximación muy puntual sobre el género en debate, lo que anticipa el tipo de textos que Ruiz-Pérez ha reunido para sus lectores: “el ensayo es uno de los géneros que mejor se presta para comunicar nuestra percepción de la realidad al tiempo que pone a prueba nuestra capacidad de asombro” (Ruiz-Pérez, 2018: 20). Tras ello, se inicia el recorrido cronológico anunciado.

La amplia selección de autores habrá de nutrir una tesis que se postula dentro de los mismos textos: Chiapas es un espacio de producción intelectual variada en donde destacan tanto poetas como narradores, historiadores e investigadores sociales. Los trabajos pioneros por la lucha de los derechos de los pueblos indígenas se muestran en los argumentos de Fray Matías de Córdova, autor al que se menciona, además, en los trabajos de Flavio Guillén, Jesús Agripino Gutiérez, Eliseo Mellanes Castellanos y Eraclio Zepeda. Jan Rus también escribe sobre los pueblos indígenas chiapanecos, pero en su pluma encontramos una revisión de la guerra de castas desde la óptica de la historiografía ladina. Los habitantes, las luchas y la evangelización de algunos pueblos como los lacandones serán descritos por Emeterio Pineda, pero también por Jan de Vos, quien desde la teología de la liberación narra las demandas de las comunidades indígenas. Y en esa misma línea de interés de la búsqueda de reconocimiento y autonomía de los pueblos originarios, Juan Pedro Viqueira expone las polémicas en torno al discurso usocostumbrista. Ese conjunto de autores, junto con Matza Maranto Zepeda, quien habla del proceso creativo de poetas indígenas chiapanecas y cómo éstas han nutrido su escritura con su forma de vida y tradiciones, dan pauta para comprender el espacio. Lo anterior significa, a su vez, reconocer la suma de producción intelectual variada indígena en Chiapas y repensar, como Eliseo Mellanes Castellanos en su ensayo, las fecundas manifestaciones literarias e intelectuales en Chiapas. Asimismo, a las reflexiones sobre los indígenas en la historia de Chiapas se añade la presencia de los pueblos de origen africano que expone no sólo Armando Duvalier al hablar de la negritud en la poesía mexicana, sino también Roberto López Moreno, quien en “La marimba centroamericana no vino de África” desmitifica la pureza del instrumento icónico en Chiapas y aborda su origen como fenómeno cultural y como proceso histórico.

No obstante, argumenta el antólogo, el carácter de la región también demanda situar a Chiapas en un espacio más amplio. Por ello, el volumen incluye a autores como Manuel Larráinzar, quien habrá de recordar al lector que a pesar de las particularidades del territorio, la historia del estado puede situarse en referencia a la historia de México. Las fronteras, la migración y el (neo)colonialismo, temas que ubican a Chiapas dentro y fuera de su propia localidad, se comentan en los trabajos de Andrés Fábregas Puig y Jesús Morales Bermúdez, investigadores que transitan entre el sentimiento de pertenencia, localidad e identidad. Fábregas Puig revisa las migraciones entre Guatemala, Chiapas y Tabasco, y la conformación de comunidades políticas; mientras Morales Bermúdez revela que el conflicto social y la migración son temas presentes incluso en la literatura, donde la lengua puede constituirse en un espacio de frontera. Se suma a esas voces la de Eraclio Zepeda, quien abona al tema fronterizo al recordar cómo ha sido el intercambio cultural con Guatemala en diversos periodos históricos y políticos de México.

Otros autores del compendio seleccionado por Ruiz-Pérez revelan inquietudes literarias, la admiración por otros escritores y/o la propensión hacia la poesía o la narrativa, y las reflexiones sobre diversas áreas de la condición humana. Tales son los casos de Rosario Castellanos, Óscar Wong, José Martínez Torres, Gustavo Ruiz Pascacio, Carlos Gutiérrez Alfonso, Balam Rodrigo, Víctor García Vázquez, Karla Elisa Morales Vargas o Viridiana Chanona, quienes hacen pensar en caminos llenos de asimetrías pero plenos de hallazgos intelectuales, algunos provocados por esa búsqueda de constituir el espacio chiapaneco en algo propio, desde la reflexión sobre la búsqueda vocacional, la inteligencia y el amor en Rosario Castellanos, pasando por los espacios locales y transnacionales, como puede inferirse en el análisis que realiza Carlos Gutiérrez Alfonso de la obra de Baudelaire, hasta el análisis de cómo lo culto y lo coloquial pueden derivar en un ejercicio fantástico, según sostiene Balam Rodrigo en su estudio de la obra poética de Lizalde. En suma, los textos de esta antología brindan una idea amplia de las transformaciones históricas, sociales, políticas y culturales dentro del territorio chiapaneco y más allá de éste. El volumen ofrece una cronología en la selección de voces de pensadores de cuatro siglos atrás hasta la época contemporánea, y logra además delinear una región desde la voz de científicos sociales, pero también desde el análisis de hombres y mujeres de letras.

Nelly Eblin Barrientos Gutiérrez Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Universidad del Papaloapan, Tuxtepec